jueves, 2 de junio de 2011

SAN LUIS TAXHIMAY, HISTORIA DEL DESARRAIGO Y SUPERVIVENCIA DE UN PUEBLO (por María de la Luz Maqueda Rojo)


Introducción

Los motivos para emprender esta investigación revistieron un carácter subjetivo, partieron de la necesidad de desentrañar las raíces familiares, de reconocer los lugares por dónde transitó mi abuela, así como comprender sus vivencias y razones que la motivaron. Este viaje de investigación también implicó explorar los complejos procesos de migración que ella experimentó, los cuales solo cobraron sentido al ser analizados dentro del contexto nacional y del periodo histórico en el que ocurrieron. Estos procesos en conjunto, vistos en conjunto, generaron un triste desapego hacia el pueblo natal de mi abuela, hacia la tierra que la vio crecer, así como hacia su cultura e identidad, que tampoco es un fenómeno extraño en mi generación. Con el tiempo, ese pueblo se convirtió en un lugar mítico, donde las anécdotas se entrelazaban con los escasos recuerdos de mis visitas y las antiguas fotografías que conservamos.

Como todo trabajo abordado desde la microhistoria, las fuentes de información fueron encontradas en los testimonios de los ancianos del pueblo, en los libros de la parroquia, documentos historiográficos, medios electrónicos, fotografías, documentos mostrados por los pobladores, así como del acervo familiar.

San Luis Taxhimay es el pueblo de donde a los 16 años mi abuela salió para no volver más que como visitante, en ocasiones a ver a sus hermanas, participar en alguna fiesta del pueblo o a coadyuvar para que se pusieran ciertos servicios públicos. Puedo decir que mi abuela rompió con los lazos que la ataban a esa tierra, ya que como dicen los campesinos de Taxhimay, -la tierra de uno es donde se encuentran sus muertos- para el caso, mi abuela no dejó allá ni a sus muertos (varios años después de haber migrado a la ciudad trasladó los restos de sus familiares a la Villa de Guadalupe).

San Luis, como todos lo llaman, es un pueblo sumido en la pobreza y el abandono, pese a que su nacimiento se remonta a las épocas coloniales, y lleva la herencia latente de los pueblos originarios del valle del mezquital, los hñä hñü. Los primeros habitantes de la región eran nómadas y recolectores, que vivían en las zonas altas de peñascos, dichas tierras con el tiempo fueron dominadas por el Imperio Azteca, y a la llegada de los colonizadores, las tierras otrora hñä hñü fueron parte de la explotación de las haciendas franciscanas. San Luis estuvo inmerso en las luchas independentistas y de la reforma; sufrió el yugo de los hacendados porfiristas; y después cuando apenas se vivía el idilio del ejido, fue sacrificado en medio del frenesí del proceso de industrialización del país, para inmediatamente ser olvidado en el periodo de crecimiento hacia afuera y por último desangrada su población con la llegada del neoliberalismo. Pese a ser un pueblo de tantos en la geografía nacional tiene una historia peculiar, una resistencia impresionante y actualmente hay quienes se desviven para salir adelante sin abandonar el pueblo.

En este trabajo se rastrea la historia del pueblo de San Luis Taxhimay y se le sitúa en el contexto nacional, se abunda en la memoria de sus pobladores y se explican las formas que revisten los nuevos proyectos económicos que llevan a cabo los que algunos miembros del pueblo.


Restos de la casa de mi abuela, quienes se quedaron con la casa (sus sobrinos) la dejaron caer y posteriormente la vendieron como terreno.

Una historia muy antigua que fue olvidada…

Nadie, ni los más viejos en San Luis conocen la antigua historia de su pueblo, y que es posible rastrear con acervos bibliográficos hasta los primeros tiempos de colonización, pero en la región existen muchos sitios, poco estudiados, donde se encuentran pinturas rupestres.

Es probable que la fundación de San Luis Taxhimay, anteriormente San Luis de las Peras, haya tenido lugar alrededor del siglo XVII en medio de una zona de influencia otomí, es por eso que algunos de los moradores todavía conocen ésta lengua y están seguros de que sus abuelos la hablaban. Es difícil rastrear la fecha exacta de la fundación del pueblo, pero se conoce que desde muy tempranas épocas fueron concedidas mercedes de tierras a 3 pueblos otomíes: San Luis de las Peras, Santiago Temoaya y San Jerónimo Satetlan. “Para el Año de 1550 la jurisdicción de Jilotepec[1] era la encomienda privada más populosa de la Nueva España” (Russo, 2005)[2]. Otro de los documentos antiguos donde se menciona al pueblo es un testamento indígena de los siglos XVI a XVIII, ubicado en el archivo general de la nación y que fue recuperado por en el índice de testamentos indígenas novohispanos, (Rojas & Rea, 1999-2004).

De ésta época es también la construcción de la religiosidad del pueblo, fueron los franciscanos los que llevaron el culto a "San Luis Rey de Francia", a quién le fue edificada una parroquia y del cual toma nombre del pueblo. Los indígenas forzados a trabajar para la encomienda, y venerar a éste santo que no tenía relación con su espiritualidad construyeron otro ícono para el culto local, éste fue "Señor del Quejido" y cuya historia es común en los pueblos de México. El Señor del Quejido es un cristo moreno, encontrado por un indígena, después de un desastre natural. La leyenda es más o menos como sigue: Una lluvia muy fuerte y prolongada, había arrastrado grandes troncos y piedras de los cerros. Uno de esos troncos se encontraba cerca del rio, un indígena quiso llevarlo a su casa, pero el tronco se hizo muy pesado y no lo pudo arrastrar, cuando regresó e intentó cortarlo para llevar leña a su casa escuchó que a cada hachazo el tronco se quejaba, al examinarlo encontró al cristo, que le pidió se edificara una Iglesia en su nombre en ese mismo lugar.

Ya en la época tardía de la colonia se pueden encontrar otros documentos que dan cuenta de la evolución del pueblo. Hasta hace algunos años, Lucio Osorio, -el dueño de la única tienda que había en el pueblo-, tenía en su poder un manuscrito original del año de 1712 que daba cuenta del reconocimiento de tierras del pueblo de San Luis de las Peras Michimaloya, “…tierras que no estaban comprendidas dentro de las 60 varas por cada viento…” (Contreras, S/A, pág. 22). En otro momento de la historia se encuentra que estas tierras fueron parte del sinnúmero de propiedades que el Marqués de Villapuente tenía en el Nuevo Mundo, al morir en 1739, heredó las haciendas de Santiago de Tlautla y San Luis de las Peras o San Luis Michimaloya a los jesuitas, pero pronto se dio la Pragmática Sanción de 1763 (Cuando se decretó la expulsión de la compañía de Jesús de los dominios de la Corona Española en América) (Cuevas, s/a).

San Luis de las Peras perteneció en la división política y regional del XVIII a San Miguel Chapa de Mota que a su vez pertenecía a la jurisdicción de Huichapan provincia de Xilotepec ó Jilotepec.

Ya en la época del México independiente, la zona fue parte de la disputa entre el Estado de México y el Estado de Hidalgo. Para 1869, año en que Juárez decretó la creación de Hidalgo, San Luis es integrado al municipio Villa del Carbón y éste último es asignado al Estado de México, pero la vinculación económica y social del pueblo no han dejado de estar orientada hacia Hidalgo al principalmente al pueblo de Tepeji del Rio de Ocampo. En Tepeji fue donde los de las generaciones viejas tuvieron que ir para terminar la primaria, donde se podía trabajar, donde vendían los mejores productos de cuero y -a donde había que traer al cura para un bautizo, boda o unción de los enfermos-.

En la época porfirista, como en el resto del país, predominó la economía de las Haciendas, no estuvieron exentos de las tiendas de raya, ni de los caciques, Las Haciendas de Taxhimay, Macavaca, la Cañada y Xhajay, eran las más importantes de la región. El hacendado de Taxhimay se llamaba Vicente Pérez.

Durante los años de la revolución, el pueblo se mantuvo, en cierta medida, al margen del proceso revolucionario. En varias ocasiones la zona fue recorrida por los zapatistas y otros grupos que se decían zapatistas, pero que actuaban como bandidos. Los viejos dicen que cada que pasaban los grupos de revolucionarios, independientemente de su filiación, sacaban a las mujeres del pueblo y las llevaban a esconder a las barrancas, mi abuela contaba que “tenían que estar varios días escondidas en una especie de hueco y que sus familiares les llevaban discretamente una comida al día”. No obstante el deseo del pueblo estaba en la lucha por la propiedad de la tierra y de eso da cuenta una demanda de los pobladores solicitando la devolución de tierras en 1915 y en 1917 interpusieron otra para solicitar la dotación de tierras. No fue sino hasta 1927 cuando se dio solución a dichas demandas como consta en el Diario Oficial, en donde se falla en contra de la devolución de tierras pero se procede a la dotación, quedando constituidos los ejidos (Diario Oficial, 1927).

Hasta aquí se tiene el recuento de la parte más antigua de la historia de San Luis, la parte que está asociada al pueblo viejo, San Luis de las Peras, el que se inundó en contra del deseo de sus pobladores, el que fue sumergió en 42.749 millones de metros cúbicos de agua, pero año con año cuando el agua baja, ese pueblo, el pueblo viejo, resurge porque a diferencia de otros pueblos que se modernizaron, el pueblo viejo quedó congelado en la historia y la memoria, cuando se dejan ver las cúpulas de las antiguas iglesias y parece como si en la época de seca, los originarios de éste pueblo se dieran cuenta de que hay una historia viva y vasta, que les pertenece.


Del desarraigo y la permanencia, dos travesías, dos historias de vida

Al terminar la revolución, se abre un nuevo periodo en la historia de México, donde comienza la reedificación del país, una transformación de lo cultural y lo social que llevaba implícito la construcción de la identidad del mexicano y donde los valores como el estudiar o urbanizarse eran sinónimo de construir la patria. En el pueblo se notó la disminución del poder de los terratenientes cuando la Hacienda de Taxhimay, en pago por haber ganado un litigio, pasó a manos de Javier Rojo Gómez, quien hasta ese momento era sólo un joven abogado con aspiraciones políticas que provenía de una familia muy humilde de Hidalgo. Es en ésta época nace mi abuela, María de la Luz Rojo Reyes. Debido a lo convulso del periodo posrevolucionario y a la costumbre de sólo bautizar a los niños, mi abuela tuvo dos fechas de nacimiento 11 de mayo de 1914 ó 1918.

El año de 1927 fue importante para el pueblo de San Luis, porque se decretó la dotación de tierras, para lo cual fue expropiada por primera vez, parte de la Hacienda de Taxhimay, pero la justicia posrevolucionaria no duraría mucho, muy pronto el espíritu desarrollista vio en ese pueblo, un peón sacrificable en el juego del progreso del país. En este contexto, el 9 de julio, cumplía su primer año, Chago, nombre con el que cariñosamente los mayores conocían a Santiago Chávez Cruz, (Chavez Cruz, 2010). Durante sus primeros 8 años de vida Chago corrió por las calles empedradas del pueblo viejo, -“con las latas de sardina y un cordón hacía sus carros y cualquier palo era su caballo”-. El pueblo viejo era un pueblo colonial atrás de la iglesia grande estaba la cárcel; enfrente ella, el parque y la escuela; aun lado, el camino principal que llevaba hasta el rio, y en la orilla del cerro del otro lado del pueblo estaba el casco de la hacienda.

En 1930 comenzaron las obras para la ampliación de la presa Taxhimay y pese al descontento del pueblo, en 1933 se dio aviso de las compensaciones por cada casa y pedazo de tierra, por cada cuartillo de tierra dieron 2 hectáreas de monte me dice Chago con desdén. Cuando le pregunte -¿porqué creía que la gente no se organizó y luchó para evitar lo de la presa?- Chago contesta con un refrán, quién iba ha hacer algo, ellos sabían que eso era como el niño berrinchudo, y entonces no les iba a tocar ni poco ni harto. Ésta reflexión es completamente cierta, en éste periodo, oponerse a la construcción de la presa, era estar en contra del progreso del país y esto era casi traición a la patria.

Debido a que la parte central del pueblo se iba a dividir en dos nuevos barrios, se tenían que repartir los santos, como era natural el Santo más importante no era San Luis Rey de Francia, sino el Señor del Quejido con algunas artimañas el barrio del Centro (San Luis Taxhimay se quedó con el Señor del Quejido), mientras que San Luis Rey de Francia fue al barrio de San Luis Anahuac.

Es en 1934 cuando se inunda el pueblo, dicen los muy viejos que el primer año no se llenó. Mientras su pueblo se sumergía mi abuela logró, después de casi tres años de intentos, que la dejaran ir a la ciudad a estudiar, pues en San Luis sólo cursó hasta 2do de primaria. La condición para que pudiera quedarse en la ciudad era que viviera bajo la tutela de su tío Javier. Mucha gente en ésa época comenzaron su salida del campo a la ciudad, el deseo de estudiar y la necesidad de trabajo eran los atractores fundamentales.

En la ciudad los cambios eran palpables, se inauguraba la televisión comercial, se ponía fin al maximato y Lázaro Cárdenas ocupaba la presidencia del país con su plan sexenal. Mi abuela se fue de su pueblo, estudió como era su propósito, luchó a su modo por ganarse un lugar en una sociedad muy machista y tradicionalista, y hasta pudiera ser que para lograr muchas de las cosas que quería, tuvo primero que romper con las ataduras de origen rural; olvidar a su pueblo, con sus costumbres y tradiciones, También puede ser que por eso no le gustara visitar el pueblo más que por algún deber público o acontecimiento de suma importancia como: la muerte de su padre y de sus hermanas, la inauguración de la primaria o cuando se puso la electricidad. La vida de mi abuela y la de otras mujeres progresistas y trabajadoras de ese periodo son pretexto para otra investigación, por ahora vamos hablar de los que se quedaron.

La escritura de las permutas e indemnizaciones a los habitantes del pueblo está fechada 30 de Enero de 1935 y firmaron (Notario Público Jaimes Maldonado, 1935), hasta ese momento, existían cuatro barrios que pertenecían al pueblo de San Luis de las Peras, y que no se vieron afectados por el vaso de la presa ya que se encontraban en las partes altas. Existía el barrio de Toriles; el barrio de Pendó el barrio de Taxheue, San Salvador, la Cruz donde encontraba el cementerio.

Nos dice Chago: “ya para ese entonces el Licenciado Rojo estaba bañado en terreno todo lo de Golondrinas, 20 Barrancas y Monte Grande era de él, por eso estuvo entre los que figuraron en aquella la conversación… Nosotros sólo vivíamos aquí, ellos eran los que tenían los terrenos, mi padre por decirte solo tenía un cuartillo de tierra allá abajo”.

Al ocurrir la inundación del pueblo, el barrio central que era de San Luis de las Peras se dividió en dos secciones producto de la nueva asignación de tierra: por un lado los que formaron el nuevo pueblo de San Luis Taxhimay (que quedó como nuevo centro) y los que fueron asignados al lado del barrio de Toriles y formaron el Nuevo Barrio de San Luis Anahuac, el desmembramiento del pueblo, y de la población permitieron el crecimiento otros barrios como Loma Alta, Las Golondrinas y Arenal, además por la compensación de las tierras ejidales que se sumergieron, fueron crearon los Ejidos de San Luis, La Laguna y ejido del Arenal.

Ya en el pueblo nuevo las tierras se dividieron por grupos, en el primer grupo quedaron los que más tierras y casa tenían, en el segundo grupo estaban los terrenos medios y en el tercero quedó la mayoría, los que tenían pocas tierras. La casa de Chago quedó en el tercer grupo.

Chago no estudió, en su tiempo todavía San Luis sólo tenía hasta segundo año, la primaria en forma nos la dieron aquí por el año 65, yo no aprendí porque a mi me gustaban las canicas y los duraznos verdes, pero cuando fui a trabajar en una hacienda de españoles me enseñaron a leer y escribir.

Chago, se caso en 1949 con María Francisca Ángeles, (Pachita), a los 20 años y tuvo 9 nueve hijos pero la primera murió. Ya desde antes trabajaba en la tierra y en cualquier cosa que apareciera y participaba como sacristán en la parroquia y entonaba los cantos “gracias a dios a mi me han ocupado aquí para cantar a un muertito, en los rezos en un velorio, en la misa y el padre me convida de su vino”. Pero la forma de vivir en aquellos años era salir a trabajar a las ciudades cercanas y no migrar de forma definitiva, salían en el camión que pasaba el Lunes por la mañana y regresaban con el camión del sábado, las mujeres de éste pueblo se quedaban en el campo y eran ellas las que lo trabajaban. En palabras de Chago: “ Éste pueblo vino a tener vida cuando ya hubo trabajo acá en Coacalco que fue como por el año 60 y tantos, ya nos pagaban poco, pero yo fui a trabajar a Azcapotzalco, trabajando peón de albañil nos pagaban 7 pesos diarios, 42 pesos a la semana, pero ya llegábamos con nuestro dinerito y acá las mujeres miraban la tierra y los animales”.

Los hijos mayores de Chago como otros, fueron a la ciudad a titularse o a trabajar como albañiles o mozos y las mujeres de criadas, pero ésta generación no volvió al campo fue el periodo del crecimiento exponencial de las ciudades en la tendencia suicida de urbanizar a los sujetos.

Los servicios como el agua potable, el drenaje y la luz eléctrica no llegaron antes de los años 70´s. En 1972 se inician las obras para el alumbrado público y en 1974 en un tradicional acto político, presidido por Dr Jorge Jiménez Cantú se encendieron las luces del pueblo, en ésta ocasión mi abuela fue invitada para participar en el acto público. La Telesecundaria apareció en el año de 1982 año en el que también consiguieron que su templo de Señor del Quejido fuera elevado al rango de parroquia.

A la larga historia de sacrificios de éste poblado se le sumaron los años de abandono del campo y con ello la consecuente migración. Con la entrada del neoliberalismo las oportunidades de estudio y trabajo se cerraron, las generaciones más jóvenes buscaron otros caminos, ese camino los llevó a cruzar la frontera para emplearse en Estados Unidos, muchos de ellos hasta la fecha no han podido regresar porque no tienen papeles y tampoco han podido llevar a sus padres de visita. Los dos hijos más pequeños de Chago están en California –“se fueron a ver las gringas”-. Otro caso es Javierin el hermano de Pachita, esposa de Chago, cinco de sus nueve hijos están en diferentes estados del norte, y hace 14 años que no los ve. En cada casa de San Luis ocurre lo mismo, las familias están separadas irremediablemente, se han desgarrado los lazos de esta comunidad, se fueron los muchachos y los viejos se quedaron en el campo y siguen sembrando… con sus 84 años a cuestas Chago me enseñó sus semillas de riego y de temporal y su yunta con la que todavía siembra el maíz en sus terrenos.


(¿Final?) Del Desastre a la Supervivencia…

En 2004 se crea la cooperativa Monhüa, (Santiago, 2004) proyecto ecoturístico que recibe beneficios del Estado, el proyecto está bien pensado y trabajado, han hecho una perspectiva de ingreso y de continuidad a largo plazo, pero en los hechos no es una cooperativa, son sólo unos pocos miembros de dos familias los que mantiene el proyecto.

Para la mayoría del pueblo la cooperativa no es más que un negocio particular, una mujer del pueblo me dice: “que esos del embarcadero no recibe nada el pueblo, acá hay uno que me dice -tía, -ni es de mi familia pero me respeta-

-Tia, el embarcadero le está dando vida al pueblo-,

mujer: -no, estás equivocado, les esta dando vida a ustedes en su bolsa-,

porque ni en la fiesta del santo patrón dan nada y eso que vienen mas de 40 mil a ver al santo y se pasan a la presa y ellos ni un costal de cemento dan pa´la Iglesia”.

Éste fenómeno no es extraño, es muy difícil lograr la organización de las de la gente y más cuando han estado acostumbrados por años a las lealtades y cacicazgos, el último gran cacique del pueblo fue Emiliano Osorio con quien el pueblo libró una lucha que dejó cuatro muertos, dos del grupo de los Osorio y dos de los ejidatarios, pero la sumisión y el apego a los grupos políticos en especial los priistas y a los sectores conservadores de la Iglesia hacen que cualquier proyecto salga viciado de origen y reproduzcan los métodos más retrógrados, heredados del cacicazgo, por ejemplo han obligado a otros campesinos a vender los terrenos cercanos a la presa, presionándolos con que se los van a quitar, no permiten que otros pobladores pesquen, ni vendan sin su autorización (la cual implica una cuota “voluntaria”).

Pero no es menos cierto que desde que se atrae al turismo el pueblo es sujeto de la atención del gobierno, y se percibe una mayor entrada de recursos, lo que no había ocurrido ni con las remesas de los migrantes. El gobierno ha aportado en menos de 5 años el dinero para construir unos campos de futbol, terminar la preparatoria, remodelar el kiosko y construir el camellón principal. La poca organización y la presencia de los pobladores como generadores de recursos los ha vuelto sujetos de crédito y un bien codiciable hasta para las campañas políticas. La población, en especial los jóvenes empiezan a tener una esperanza para no desarraigarse, para mantenerse en el pueblo, ya que existe una fuente de trabajo.

La situación del campo es sumamente grave y las estrategias de supervivencia de los pueblos son asombrosas, han resistido cada uno de los embates del capital, se han modificado sus relaciones familiares y sociales pero se han amoldado, al final de la embestida han ganado los campesinos porque pese a todo en esta lucha, ellos son los supervivientes.


ANEXOS

Datos Geográficos y Estadísticos

San Luis Taxhimay se encuentra localizado al noroeste de la cabecera municipal (villa del Carbón), colinda al noreste con el Estado de Hidalgo; al noroeste con la sierra Madre Oriental (cerros de Lobos, mesa de jarros y agua escondida); al sur con el barrio de la Cruz y al oeste con el barrio de Loma Alta en la misma dirección del barrio de las Golondrinas que es la zona limítrofe con el Estado de Hidalgo. En términos de coordenadas los datos refieren que la presa de Taximay se encuentra a Longitud:19º 50' 22'' , Latitud:-99º 23' 53, y 2.250 m de altitud sobre el nivel del Mar. (Google Earth, 2011)

Según los datos del INEGI del 2011, San Luis Taxhimay tiene 1.934 habitantes, de los cuales 973 son hombres, es decir, el 50.31% y 961 son mujeres, 49.69%. De los cuales, 829 son mayores de edad. Se contabilizaron en el censo 381 viviendas. Menos del 1% son rentadas. La escolaridad de la población de San Luis es muy baja y más adelante abundaremos sobre el tema, según el censo, el promedio de estudio de los pobladores es de 4.37, según datos del municipio Villa del Carbón tiene una escolaridad de 5.28 años escolares y en el Estado de México se alcanzan 8.03 años de estudio. Lo anterior indica que el pueblo de San Luis se encuentra por debajo de la media del municipio y muy por debajo de la media del Estado.

San Luis Taxhimay es un pueblo otomí, no obstante actualmente solo se reconocen a 24 personas mayores de 5 años que hablan una lengua indígena, y de ellas 22 dominan el español.

Las principales fuentes de ingresos en la población de San Luis son: la agricultura, explotación forestal, ganadería, minería y pesca dentro de la misma comunidad y fuera están la maquila, construcción, oficios y en menor medida el comercio y los servicios

El nivel de ingresos promedio de la localidad de San Luis Taxhimay es muy bajo como se muestra a continuación: Los que no perciben ingresos son un 20% de la población; los que reciben menos 1 Salario mínimo: 9.80%; entre 1 y 2 es el 33.20% y entre 2 y 5 salarios mínimos son el 33.80%. Es decir que en estos tres niveles se encuentra el 96.8% de la población. El problema con los datos del INEGI es que engloba de 2 a 5 salarios mínimos con lo que se reduce el margen para sacar cálculos más detallados.



[1] Juan Jaramillo fue el encomendero de Xilotepec además de ser el esposo de la Malinche y dejarla por Doña Beatriz de Andrade quien a su vez casó con Francisco de Velasco (medio hermano del Virrey). El viudo de María Jaramillo (hija de la Malinche) peleo la encomienda y a Betriz Velasco pleito que fue dirimido por el Consejo de Indias en España otorgándoles la mitad de la encomienda a cada uno. Con el paso del tiempo y la falta de herederos la encomienda pasó a manos de la Corona Española. Estos datos fueron tomados de la pagina oficial de Estado de México

http://www.estadodemexico.com.mx/portal/jilotepec/index.php?id=3

[2] En éste libro el autor muestra una serie de mapas de la región mencionada probablemente hechos a petición de los pobladores entre los siglos XVI y XVII, dichos mapas, menciona el autor “fueron retomados en el s.XVIII como documentos jurídicos para reivindicar derechos sobre las tierras de los naturales del pueblo de San Luis de las Peras contra Luis Vázquez propietario de la hacienda de San José Taximay”

Chavez Cruz, S. (1 de abril de 2010). Historia de San Luis Taxhimay. (M. d. Maqueda Rojo, Entrevistador)

Contreras, M. (S/A). San Luis de las Peras, un pueblo con la cara al sol. Trabajo 4to Semestre de Etnología. Escuela Nacional de Antropología e Historia.

Cuevas, M. (s/a). Historia de la Compañía de Jesus. Recuperado el 1 de 4 de 2011, de Internet Archive: http://www.archive.org/stream/historiadelaigle04cuevuoft/historiadelaigle04cuevuoft_djvu.txt

Diario Oficial. (1927). Diario oficial de la Federación, Organo Provicional de la República Mexicana. Vol 43 Parte 2. Secretaría de Gobierno.

Google Earth. (2011). Mapalandia. Obtenido de http://www.maplandia.com/mexico/mexico/villa-del-carbon/san-luis-taxhimay-19-50-30-n-99-23-0-w/

Notario Público Jaimes Maldonado, L. S. (30 de Enero de 1935). Segundo Testimonio,. De la ESCRITURA DE PERMUTA DE LOS GRUPOS "JAZMIN Y GOLONDRINAS" "LA LECHUGUILLA Y LOMAS DE GALVÁN Y ANEXAS A FAVOR DE LA COMISIÓN NACIONAL DE IRRIGACIÓN.

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Russo, A. (2005). El Realismo Circular: tierras, espacio y paisajes de la cartografía novohispana siglos XVI y XVII. México D.F.: Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Estéticas.

Santiago, A. (diciembre de 2004). Paramo del Campo y de la ciudad. Recuperado el 28 de marzo de 2010, de http://qacontent.edomex.gob.mx/idc/groups/public/documents/edomex_archivo/cieps_doc_paramo6_2.pdf

8 comentarios:

  1. HOLA: estoy escribiendo un capítulo de mi tesis de doctorado (en A.S, en la ENAH) sobre la región de Txhimay y me gustaría ponerme en contacto contigo. Donde puedo enviarte un mail? Abrazos!

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  2. hola apenas vi tú mensaje..no se si aún te haga falta ponerte en contacto de cualquier forma puedes escribirme a luzmoren@gmail.com

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  3. Hola te interesan más relatos orales mi suegro es hijo de uno de los vaqueros de Rojo Gómez y le he leído tu artículo y ha recordado a Lucio Osorio y otras anécdotas

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  4. Interesante y hermoso tu artículo. Me encanta la historia de mi pais y la lectura.
    Vivo en el Estado de México hace casi cuarenta años y todo lo de él, me importa. Ojalá pudiéramos intercambiar historias.
    Te felicito

    Un abrazo..

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  5. Saludos me gusta la historia de mi pueblo soy de san Luis de las peras taxhimay y mis abuelos siempre contaban la historia del pueblo pero el papá de don Lucio Osorio que se llamaba Demetrio Osorio ahí en su casa de loma alta alojaron al Santo señor del quejido cuando llenaron el vaso de la presa de taxhimay en la segunda etapa

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  6. El nombre del pueblo es san luis de las peras taxhimay y comprenden los barrios de la laguna san salvador el arenal la cruz y el cartizal loma alta pueblo nuevo san luis anahuac las moras

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  7. Genial su historia, dato curioso me apellido Rojo acoso seré descendiente jajaja saludos

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